miércoles, 3 de marzo de 2010

el apasionante mundo de los banners de seriesyonkis

Últimamente he estado observando uno de los elementos de la página web seriesyonkis.com que conllevan una serie de sorpresas que me divierten y me asombran hasta llegar al punto en que me pregunto qué será lo siguiente. Dichos elementos van cambiando asiduamente, normalmente cada mes. No, no estoy hablando de bromas propias de El club del chiste (por cierto, Martina Klein no se ha dado cuenta todavía de que no tiene gracia?), sino de los anunciantes que se exponen en seriesyonkis, justo después del aviso de los 72 minutos.

La cosa ha ido evolucionando y se ha ido degenerando hasta llegar al clímax máximo, proponiendo soluciones para emociones escondidas y negativas, y los miedos y las vergüenzas humanas más despreciables que todo ser humano esconde. Parece ser que el público objetivo de dichos anuncios sea gente gorda, fea, solitaria, sin vida sexual ni social alguna, que evidentemente morirán solas rodeadas de gatos. Aunque, si clickan en el anuncio, se convertirán en un triunfador al más puro estilo occidental.

Pero no siempre ha sido así. Empecemos por el principio.

Los primeros anuncios te hacían creer que habías ganado un Audi. Intentaban convencerte de que era cierto diciéndote: "no es broma". Curiosa psicología tenían los anunciantes, me recordaba a un fragmente de No pienses en un elefante, de George Lakoff, en el que comentaba que, durante el caso Watergate, Nixon había dicho "no soy un ladrón", evocando esa palabra, y haciendo que la comunidad entera de honrados americanos le viese como un ladrón. Evidentemente, si te dicen que no pienses en un elefante, pensarás en él. Y si te dicen que no es broma, te lo creerás?

Después pasaron a los juegos de inteligencia, un desafío, pero divertido. "Cuantos triángulos hay aqui?" "el 99% de la gente falla". Allí solo entraban los picaos o los capullos que cuando reciben un mail que afirma que el ser humano es incapaz de chuparse el codo, se lo intentan lamer.

Y poco, a poco, empezaron los anuncios desagradables. Primero con el niño con la boca gigante, luego con el perro-humano (que asco me daba esa imagen, por cierto) con sus cachorritos-monstruitos, o con el gatito del tamaño de un pulgar. Imágenes claramente falsas e ínverosímiles, y aun así se atrevían a preguntarte si eran verdaderas o falsas. Así comenzaron los anuncios dedicados a outsiders.

Hasta llegar a la nueva era: ponte cachas, que das asco de lo tirillas que estás; mira, si sigues este truco estarás tan bueno como el de la imagen en sólo una semana; adelgaza 20 kilos en dos días etc etc, comparando un antes y un después casi más falso que la imagen del perro-humano. Dichos anuncios, empeñados en hacer sentir mal a la gente, han llegado a un extremo de agresividad (hace poco vi uno que ponía "sigue esta dieta. obedece").

Hasta ahora, simplemente me distraían. Pero la cosa ha ido a peor, aunque pareciese increíble, y ahora los nuevos anuncios me inspiran una mezcla de diversión y rabia. Básicamente son dos: el de mujeres rusas para matrimonio (nunca vi nada parecido desde el gag de Los Simpson en que Homer, pensando que Marge le va a dejar, busca en el diario un anuncio de "cariñosas esposas coreanas"), y el localizador de pareja, esté donde esté, en cualquier momento.

Dedicados ambos a personas con miedo a morir solas, despreciables y ogros, y a gente con problemas de desequilibrio mental (tanto el suyo como el ajeno que puede provocar) a causa de sus celos extremos.

En fin, aunque debo reconocer que son tas asquerosamente malos que hacen gracia, me está empezando a dar miedo todo esto. ¿Qué será lo proximo? "clika aquí y podrás suicidarte de una vez. OBEDECE"

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